Deberíais haber visto mi cara en la clase de periodismo electrónico cuando el profesor preguntó qué era la Teoría de la Larga Cola. Mi rostro desencajado se transformó en sorpresa cuando descubrí que yo he sido otra víctima o cobaya de esta tesis que hasta entonces desconocía.
Está teoría nace gracias a los estudios de Chris Anderson, redactor jefe de la revista Wired, para tratar de explicar los efectos de las nuevas tecnologías en los medios de comunicación. Para aquellos que no sepan de qué trata voy a explicarlo mediante un ejemplo. Seguro que muchos de nosotros hemos vivido algún movimiento sísmico de baja intensidad que pasa desapercibido, aunque hay otros pocos de mayor intensidad que son los visibles, los que nos cuentan en los medios de comunicación. Los mismo ocurre con la publicidad, los medios de comunicación e Internet.
Un ejemplo de ello es E-Bay donde podemos encontrar objetos poco usuales con un gran índice de ventas. Según esta teoría lo más vistoso, lo llamativo, lo que gusta a todos ya no vende; en cambio, las pequeñas cosas, lo raro, lo difícil de encontrar tiene el éxito asegurado.
Son pocas las veces que he comprado por Internet y, cuando lo he hecho ha sido porque era el único modo de conseguir lo que quería. ¿Acaso nadie ha buscado “accesorios” para sus consolas o algún muñeco de colección de alguna serie en particular?. Seguro que los frikis del manga y el anime entienden a lo que me refiero.
El éxito de E-Bay y de las televisiones digitales dan por correcta esta teoría. Hemos pasado de vivir en una sociedad de masas a una sociedad por sectores, más especializada, preocupada por sus intereses y no por los intereses que nos impongan los demás. Pero, para algunos, esta teoría no es más que una utopía....El tiempo lo dirá.
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