Los hechos son sencillos, un incendio en el edificio que está cerca de mi casa. He considerado conveniente no citar el nombre ni el piso concreto por respeto a los inquilinos.
Aún siento palpitar mi corazón al ver la escena. Todos los vecinos cuestionándose qué ocurría, humo en el ambiente, tres coches de bomberos, uno de ellos arreglando la escalera, nadie sabe por qué, y la policía alrededor.
Pronto llegan los inquilinos, el primero derrapando su coche, el segundo en ciclomotor y más tarde el resto de la familia que ha quedado perpleja al ver el terrible acontecimiento.
Afortunadamente no ha habido heridos aunque el susto ha sido monumental, más al saber que los animales domésticos aún seguían en el domicilio. Por suerte solo una parte de la casa ha sido arrasado por las llamas y con ella, muchos recuerdos.
¿Los perritos? Afortunadamente recibieron primeros auxilios y uno de ellos permanece en un veterinario 24horas.
Narrado ya el hecho me gustaría pedir un poco más de sensibilidad a algunos oficiales de policía que han atendido este caso. Ver como se quema tu hogar es duro y más si sabes que tienes a tu perrito dentro, los que tenemos mascotas sabemos el cariño que se les puede llegar a tener. No pueden esperar que un chico joven y nervioso ante esa escena aparque correctamente su ciclomotor al llegar a casa, lo lógico, y es lo que hizo el chico, es dejarla en el suelo y correr hacia tu casa. Creo que todos somos humanos y reacciones de este tipo son de lo más común, qué menos que un poco de comprensión.
Adjunto una de las fotografías que pude hacer desde mi móvil a la escena.
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